La producción de piensos moderna del siglo XXI tiene innumerables opciones para agregar nutrientes; polipéptidos con actividad fitasa, quelatos de cobre inorgánicos o secuencias de polinucleótidos, por nombrar algunos. Pero el armamento de los productores de piensos todavía tiene cabida para una nutrición más antigua y de baja tecnología: los aditivos de fosfato para piensos. Hoy en día, el fosfato dicálcico y monocálcico siguen siendo opciones populares para complementar los piensos, tal como lo eran cuando se desarrollaron por primera vez hace más de sesenta años.